Para la paella, ¿vino blanco o vino tinto?
A la hora de hablar de la tradición gastronómica española es imposible no destacar la paella como uno de los platos más esenciales de nuestra cultura. Y es que la tradición de la paella se remonta al siglo XVIII dentro de la Comunidad Valenciana, donde la propia sartén que le da nombre al plato se utilizó para elaborar una de las recetas que, todavía a día de hoy, goza de gran renombre a nivel mundial.
Con el tiempo se han ido creando nuevos tipos de paellas y, en la actualidad, el catálogo de este tipo de platos arroceros es tan variado como los gustos. Pero, a la hora de paladearlos, resulta especialmente importante acompañar la bebida a la comida y, por tanto, escoger un vino que marque la diferencia.
A continuación, exponemos una lista de los mejores maridajes entre paellas y vinos a fin de que sepas escoger el adecuado según el plato y, con ello, puedas disfrutar al máximo de esta experiencia gastronómica.
¿Con qué vino acompañar una paella valenciana?
A la hora de hablar del plato por excelencia, nos referimos a la paella valenciana.
Pero bien, la pregunta más repetida es la de: ¿cuáles son los ingredientes reales de una verdadera paella valenciana? Pues hablamos de arroz, conejo, pollo, tomate, judía verde, garrofó, azafrán, aceite, sal y agua. Hay quienes añaden romero, o quienes incluyen caracoles, pero cualquier otro ingrediente sobra.
La paella valenciana es un plato elegante y de un sabor muy sutil pero muy característico y, por este motivo, permite ser maridada con una selección muy extensa de vinos: tanto un vino tinto, uno rosado como uno blanco casan a la perfección con este arroz, y escojas cual escojas la experiencia será igual de excelente.
La elección será totalmente a tu gusto. Si observas que la paella es especialmente sabrosa, quizás la mejor opción es la de escoger un vino afrutado por su baja temperatura, aunque otra alternativa puede ser la de optar por un Tempranillo y Mencía.
Sin embargo, si prefieres los vinos blancos, quizás no hay uno mejor que el Godello, el Chardonnay o el Verdejo para acompañarla.
Para poder degustar el mejor plato valenciano tradicional conviene siempre acudir a un restaurante donde se vaya a tratar esta receta con la delicadeza y el respeto que merece. Y es que hacer una paella valenciana es muy fácil, pero hacer una buena paella valenciana requiere de la mano de paelleros profesionales que hayan amasado esta receta durante generaciones, como es el caso del restaurante Palace Fesol, en el corazón de Valencia, en el que podrás disfrutar de una de las mejores paellas la comarca.
¿Con qué vino acompañar una paella de marisco?
Una de las variantes más extendidas de la paella es la paella de marisco, compuesta únicamente por mariscos varios; ideal para aquellos que se resisten a probar la paella de carne y verduras.
Como norma general, esta suele cocinarse con mejillones, almejas, calamares, langostinos y alguna otra variedad de pescado, dependiendo de la zona, y por ello su sabor dista mucho de la paella valenciana.
Esto deriva en que la elección del vino para acompañar al plato sea totalmente opuesta. Pues esta paella de marisco agradece un vino mucho más fresco y ligero, como un vino blanco seco, a poder ser un verdejo o un sauvignon blanc.
Si ninguno de estos vinos es de tu gusto, siempre se puede acompañar este plato con un buen cava.
Tipo de vino para acompañar un arroz con bogavante
Este otro plato derivado de la paella, aunque característico del litoral, permite distintas preparaciones; ya sea un arroz con bogavante cocinado a modo caldoso, meloso o seco.
Esto implica que el uso de los vinos diferirá en función al tipo de preparación escogida, pues para paladear un arroz caldoso de bogavante se acertará con un vino rosado o con un vino tinto joven, por ejemplo, con un macabeo o un pinot noir.
Por contra, si se escoge tomar este arroz en su modalidad melosa o seca, una elección mucho más adecuada será la de un Godello o un vino albariño, pues esa combinación entre las notas saladas del arroz con este tipo de vinos blancos afrutados y ligeros desembocará en un regusto en el paladar excepcional.
Siempre versátil, con un cava tampoco fallarás. Pues puede emparejarse igualmente con el arroz con bogavante seco y con el caldoso: su matiz espumoso y esa característica acidez casan a la perfección con este plato salado.
Tipo de vino para acompañar un arroz con pollo
Quizás otra de las recetas más básicas y más difundidas en todas las casas españolas es la de un buen arroz con pollo.
Este resulta un plato muy fácil de armonizar con los tres tipos de vinos, aunque lo cierto es que, independientemente de nuestro gusto, lo más recomendable es utilizar uno que sea sápido y ligero.
No obstante, si se quiere encontrar el maridaje ideal, lo mejor será apostar por un vino blanco fermentado en barrica que tenga la suficiente solidez para acompañar el sabor del pollo y de las verduras. Y es que cualquier vino blanco cremoso y espumoso puede ser la pareja definitiva para este tipo de arroz tan delicioso y recurrente.
¿Qué vinos acompañan mejor con el arroz negro?
Uno de los arroces más curiosos a causa del color negruzco que desprende la tinta del calamar, destaca por ser un arroz con un sabor muy fuerte.
Es por este motivo, la pareja ideal para acompañarlo será siempre un vino tinto joven con matices frutales y con mucho cuerpo a modo de refrescar el paladar para combatir esas cucharadas tan consistentes de el arroz negro.
De todas formas, de preferir una elección de vino rosado o blanco, lo más adecuado para compaginar el arroz con los descansos de la bebida será optar por un vino seco con el que lograr armonizar al máximo los sabores.
Tipo de vino para acompañar arroz a banda
Para este otro tipo de plato de arroz alicantino elaborado en base a una mezcla de sepia, gambas y cebolla, se ha dicho siempre que la opción más clásica con la que combinar este arroz con un vino es la de uno blanco y fresco para combatir los matices salados.
No obstante, poco a poco la tendencia ha ido cambiando, y también se ha vuelto muy común maridar este tipo de arroz con un vino rosado de carácter más bien seco o con uno tinto joven.