Qué es y para qué sirve un decantador de vino
El vino es una de las bebidas alcohólicas más populares en el mundo. Está hecho de uva y se obtiene a través de la fermentación alcohólica del zumo o del mosto de esta y mediante distintos procesos que utilizan la levadura. A diferencia de otras bebidas alcohólicas, el vino tiene la cualidad de considerarse una bebida asociada con las situaciones más especiales y que goza de una excelente reputación, pues hablamos de un tipo de bebida que cuenta con una amplia sociología y que, incluso, disfruta de distintos concursos y premios de degustación.
Es precisamente por esto que las personas que son amantes del vino saben que este necesita no solo un excelente proceso de fabricación para que se considere de calidad, sino que, además, el momento de servir el vino resulta prácticamente esencial para poder apreciar su sabor. Así pues, pese a que a lo largo de los siglos han aparecido muchos instrumentos para servir el vino, a día de hoy el decantador de vino ocupa el lugar primordial.
Con todo esto dicho, si has oído hablar de los decantadores de vino, pero no tienes muy claro qué son o para qué sirven, en este artículo queremos explicarte el uso del decantador de vino y cómo decantar el vino para que puedas aprovechar al máximo el sabor, la textura y el olor de esta bebida y puedas consumirla como se merece.
Qué es un decantador de vino
El decantador de vino se entiende como una herramienta para servir vino, tal y como ya hemos mencionado anteriormente. Nos referimos particularmente a un tipo de vasija de cristal que siempre destaca por tener una base muchísimo más ancha que la boca, y todo esto cumple una función concreta y específica que le da uso y razón a su existencia.
Hablamos, por tanto, de que el decantador es un tipo de joya de la cristalería que siempre se fabrica con una base de cristal soplado y que toma su origen de otras ánforas antiguas de barro romanas que se utilizaban para el mismo fin y propósito de servir el vino con la intención de mantener su calidad lo máximo posible. Se entiende que su origen deriva directamente también de las licoreras francesas que se empezaron a utilizar para decantar y servir el vino.
Con el paso del tiempo, aunque los decantadores de vino siguen utilizándose, también han ido evolucionando y han empezado popularizarse mucho más los conocidos aireadores de vino, aunque todos estos sirven para exactamente lo mismo.
Así, hablamos de que, pese a que es posible consumir el vino directamente de su botella, todas aquellas personas que disfruten de su sabor utilizarán los decantadores de vino para preparar el vino antes de su consumición y, con ello, aprovechar al máximo sus características y cualidades.
Para qué sirve un decantador de vino
Tal y como hemos mencionado, el uso del decantador de vino es servirlo, pero esto va mucho más allá de eso. Pues, precisamente por el material que se utiliza para crear los decantadores de vino y la forma que se le da a esta cristalería, hablamos de que los decantadores de vino tienen la función principal de airear esta bebida alcohólica, de forma que se decante el vino.
Ahora bien, decantar el vino implica que el líquido y el sólido se separan de forma diferenciada hasta quedarse estos últimos en el poso del decantador. Es gracias a esto que este proceso ayuda a que el vino pueda ingerirse de una manera mucho más óptima, ya que es con la decantación que el vino se oxigena, toma color y se atempera hasta el punto de que permite ser degustado de la forma intencionada para ello.
Con todo esto, hablamos de que el decantador de vino suele ayudar a conseguir un mayor disfrute para aquellos que aprecian y saben apreciar las tonalidades, texturas y sabores de los vinos. Por ello, si quieres probar un vino de una forma nueva, te recomendamos que utilices un decantador para conocer la diferencia de sabores. Así pues, te contamos a continuación por qué utilizar un decantador de vino:
- Existen vinos de todo tipo como, ya sabrás, y los sabores de los que cuentan con una aspereza mucho más ligera cuando los consumes nada más los abres no se aprovechan al máximo, a menos que se disfruten mediante un decantador de vino. Esto es porque los taninos logran integrarse al liberar sus sabores más ocultos y, como consecuencia, es gracias al decantador que este proceso se lleva a cabo. Esto puede apreciarse especialmente con todos los vinos carnosos y estructurados.
- Además de todo esto, hablamos también de que para vinos que cuenten con menos de 2 años de antigüedad este proceso de decantación puede servir para optimizar al máximo su sabor. Piensa que, al someter estos vinos durante su crianza al embotellado, los aromas pasan a un estado de reposo, así que al vino le lleva un tiempo recuperar estas pinceladas de sabor, a menos que utilices la decantación. Pues es mediante el decantador que estos vinos vuelven a airearse y a oxigenarse y, por tanto, a reproducir estos aromas originales que te permiten aprovechar el bouquet del vino al máximo.
- No solo esto, sino que, precisamente gracias al proceso de oxigenado y aireado que se consigue con los decantadores de vino, también podemos ayudar a que los aromas a reducción no deseados se extingan en nuestra copa de vino. Pues, es precisamente gracias a toda la humedad contenida en las botellas tras el paso de los años que pasan madurando, que, al servirlos, el sabor se entremezcla y, por tanto, no nos permite degustar ni distinguir totalmente sus matices. El decantador elimina todo lo malo para que disfrutemos al máximo de lo bueno.
Ahora que ya conoces cuál es la función esencial de un decantador de vino, te explicamos a continuación cómo utilizar un decantador de vino, pero, mientras tanto, quizás te interese conocer algunos de los mejores vinos y licores a tu disposición echándole un vistazo al magnífico catálogo de lacavegillet.com, cuya bodega alberga algunas de las mejores marcas de vinos locales e internacionales y que, sin duda, podrás aprovechar al máximo mediante el uso de un decantador de vino.
Cómo y cuándo usar un decantador de vino
Ahora que ya conoces para qué sirve un decantador de vino, lo último que queda es que entiendas cómo usar un decantador de vino para poder conocer el verdadero sabor del vino y terminar disfrutando al máximo posible de esta bebida destilada.
Es importante que sepas que existen muchísimos tipos de decantadores distintos en función a sus diseños y a la utilidad que se les da. Si nos centramos en este segundo aspecto, tenemos que mencionar principalmente los dos tipos de decantadores que podemos encontrar en el mercado, que son los de máxima oxigenación y los de mínima oxigenación.
Para entender la diferencia principal entre ambos tenemos que atender a la anchura y estructura de la boca y de las paredes de esta herramienta. A más inclinación y una boca más ancha, hablamos de un decantador de máxima oxigenación, pues permitirá que el vino se airee mucho más. Estos son los que se utilizan con grandes reservas, mientras que, por contra, los decantadores de mínima oxigenación pueden usarse con vinos más corrientes.
Ahora bien, si lo que te interesa saber es cómo se decanta un vino, te explicamos los pasos a seguir detalladamente a continuación:
- Primero tendrás que verter el vino de una forma delicada y suave sobre el decantador. Es importante que se distinga siempre entre los vinos jóvenes y los vinos añejos, pues los vinos jóvenes siempre se verterán directamente sobre el fondo del decantador, mientras que los vinos añejos deberán de caer siempre sobre las paredes, de una forma mucho más lenta, y evitando siempre que el sedimento del vino pueda introducirse en el interior del recipiente. Si hablamos de un vino de más de 10 años nunca verteremos la botella entera, pues en el fondo de esta se encuentra la mayor parte de sedimentos y esos son los que queremos evitar bebernos.
- Una vez trasegado el vino, lo siguiente será dejarlo airear en el decantador durante al menos 5 minutos para que este pueda oxigenarse tranquilamente, sea capaz de reproducir sus sabores originales y de extraer un aroma mucho más puro. Sin embargo, es importante tener claro que en función del tiempo de antigüedad del vino, este tiempo de permanencia en el decantador puede variar. Lo mejor que podemos hacer es ir probando a sorbos pequeños el vino hasta que notemos que está listo para servirse.
- Una buena forma de ayudar y facilitar esta oxigenación es haciendo girar el decantador en círculos concéntricos, de una forma constante y muy delicada, ya que de esta manera aceleraremos la separación de los sedimentos. Aun así, este proceso suele dejarse en manos de las personas que entienden de vinos y los profesionales, pues, en el caso de que te excedas con la oxigenación, lo único que conseguirás será el efecto contrario, y únicamente ayudarás a que el vino se airee más de lo debido y que, como consecuencia, terminé perdiendo sus propiedades.
- Tras haber conseguido el propósito principal de este decantador, ya podremos pasar a disfrutar del vino, sirviéndolo sobre las copas deseadas, de nuevo con sutileza y calma.